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Arquitectos: Gabriel Garbin Arquitetura
- Área: 865 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Fernando Guerra | FG + SG
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Proveedores: Belas Artes, Deca, Lightworks, Marcenaria Neves, Portobello, Protecnica, Sampaio e Moura, Solida Mármores, Ulimax, Uniflex, Unikitchen, Vectorworks
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa FBV WP fue concebida a partir de un profundo análisis de todos los elementos del paisaje y del modo de vida de los propietarios. La composición de los volúmenes se diseñó para que la mirada de los residentes convergiera hacia el interior del terreno, con el bosque preservado como telón de fondo, que se convierte en el gran protagonista del proyecto. Privilegiando el sol, el bosque, la piscina y la convivencia entre amigos, llegamos al edificio en forma de L, orientado al atardecer y con el centro del sitio como punto de unión de miradas y convivencia. La percepción del interior y del exterior se confunde en todo momento.
El diseño arquitectónico es relativamente sencillo: dos volúmenes blancos acoplados perpendicularmente a un tercero, más alto, de piedra. El primero, por el que se entra al edificio, se parece a una caja de madera compuesta de muxarabis. A la derecha están los dormitorios, al frente se llega a la zona de la piscina y a la izquierda se accede al volumen social. En este volumen se sitúa la zona de servicios, con acceso tanto por la zona social como por el pasillo exterior. En el apéndice que delimita el edificio se diseñó el equipamiento de uso esporádico: sala de juegos, sauna y spa, que dan a la cancha de tenis y, más adelante, al bosque.
La terraza puede integrarse totalmente en la zona de estar: cuando está abierta, los marcos se agrupan en la pared que divide el comedor y la cocina, permitiendo la apertura de todo el espacio. Promovemos la convivencia en varios puntos de la residencia, con una intencionada integración visual entre todos los ambientes destinados al uso social, aunque en algunos momentos no sea tan estrecha. La casa está impregnada de jardines que traen el cielo azul al interior -entre ellos, el pasillo que conduce a la zona íntima, que prolonga un último aliento antes del momento del descanso.
Todos los dormitorios tienen acceso a través de este pasillo-jardín, lo que acentúa la iluminación natural y la ventilación cruzada. En los dormitorios, creamos bancos que sirven de apoyo y que a la vez pueden convertirse en terrazas privadas, aportando una sensación de integración entre el paisaje y la zona íntima. Desde ellas, los residentes pueden disfrutar de la vista de la puesta de sol. En cuanto a los materiales, aprovechamos los recursos de la región, como la piedra, la madera y las texturas para las paredes.
El jardín es una expansión del bosque y da la sensación de integración de la naturaleza al edificio. Intentamos conducir al espectador a través de las escenas, con aperturas intencionadas creadas para los diferentes momentos del día. Pequeñas imágenes del paisaje y el cielo atraen la mirada del espectador desde el interior del edificio hacia la vida en la naturaleza.